Tras la exposición al sol, tu piel puede mostrar manchas, sequedad o pérdida de luminosidad. Descubrí cómo recuperarla con los activos indicados y hábitos saludables.
Proteger la piel del sol es esencial para la salud, ya que la radiación ultravioleta (UVA y UVB) puede causar envejecimiento prematuro, quemaduras y aumentar el riesgo de cáncer de piel. El daño solar es acumulativo y ocurre incluso en días nublados o a través de vidrios. Para una protección efectiva, se recomienda evitar la exposición entre las 10:00 y 16:00, buscar sombra, usar ropa adecuada y aplicar protector solar de amplio espectro con FPS acorde al tipo de piel. Además, es clave renovarlo cada dos horas y complementar con hábitos saludables. Cuidar la piel el es una inversión en bienestar a largo plazo.
¿Te preguntaste por qué el colágeno es tan famoso en el mundo de la belleza? Esta proteína esencial juega un papel clave al mantener la piel firme, elástica y bien hidratada. A medida que envejecemos, la producción natural de colágeno disminuye, resultando en pérdida de elasticidad y aparición de arrugas. Incorporar colágeno en tu rutina diaria, a través de suplementos, cremas o una dieta rica en nutrientes, puede ayudar a mantener una piel radiante a cualquier edad. Protegé tu piel y asegurate de mantener niveles adecuados de colágeno para un aspecto saludable y juvenil.
Los peelings de invierno renuevan la piel al eliminar células muertas y estimular la regeneración celular. Existen tres tipos: químicos (con ácidos para tratar acné y arrugas), enzimáticos (suaves, para pieles sensibles), y mecánicos (microdermoabrasión para mejorar la textura). Hacerlos en invierno maximiza beneficios como mejor absorción de tratamientos, reducción de manchas y arrugas, y tratamiento del acné. Tras el peeling, hidratar la piel, usar protector solar y evitar exfoliantes es crucial. Consultar con un dermatólogo ayuda a elegir el tratamiento adecuado.
Proteger la piel de los bebés en invierno es esencial debido a su mayor sensibilidad y delgadez, que los hace más propensos a la sequedad y la irritación. Para mantener su piel hidratada y saludable, aplica una crema hidratante hipoalergénica al menos dos veces al día, eligiendo el tipo adecuado (ungüento, crema o loción) según sus necesidades. Mantén los baños cortos y con agua tibia, usando jabones suaves y sin fragancia. Protege su carita del frío aplicando una capa ligera de crema protectora antes de salir y utilizando bufandas o capuchas que permitan una respiración cómoda. Aplica humectantes sobre la piel húmeda, justo después del baño, para maximizar su efectividad. Si notas signos de extrema sequedad, enrojecimiento, agrietamiento o sarpullidos, consulta con el pediatra para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuado.
¿Escuchaste la expresión «tan suave como la colita de un bebé»? Quien quiera que la haya escrito había borrado de su memoria la dermatitis del pañal. Primero, aparecen algunas marquitas rojas, después un sarpullido y de repente… ¡Ay! Te sentís la peor mamá del mundo. Bueno, no es así: cuidar la piel del bebé es un poco complicado. Es especial: suave, delicada y sensible y en los primeros días, es super frágil y susceptible al daño hasta que se adapta a la vida fuera de la mamá. La piel del bebé necesita productos especiales para la higiene.
Las opciones son enormes una vez que uno entra a la farmacia pero ¿Cuál se debe comprar? ¿Qué factor es el recomendado para transitar el verano? ¿Cada cuánto tiempo me lo tengo que poner si estoy expuesta al sol?
Durante el invierno, la piel pierde cerca de un 25% de su capacidad de retención de humedad. El aire frío, el viento, el clima seco e incluso las heladas nos afectan de forma directa, dejando un aspecto reseca y opaco. Si querés cuidar tu piel y mantenerla sana durante las épocas más frías del año, te damos algunos consejos.